Dice que Había una vez un granjero que iba rumbo a su granja cuando a un costado de la calle observa a un niño que estaba botado en el suelo, desnutrido y apunto de morir, continúa caminando y llega hasta su granja.
Y les cuenta la historia a sus animales y les dice:
—Compañeros, afuera hay un niño que se está muriendo de hambre desnutrido y hambriento ¿que hacemos? Los animales se miraban las caras nadie dice nada hasta que la gallina muy valientemente evanta la mano y dice:
-—Jefe, qué tal si a ese niño que está afuera le alimentamos con unos huevitos con un poquito de jamón.
Y mientras la gallina decía estas palabras el chancho escuchaba y pensaba, escuchaba y no se daba cuenta, hasta que reacciona y dice:
—Muy bien le demos a ese niño huevitos con jamón.
El chancho sabía muy bien que para darle jamón a ese niño al chancho había que sacrificarlo mientras que la gallina iba a poner sus huevitos e iba a seguir por ahí feliz de la vida cacareando y cantando.
Moraleja
La gallina estaba solamente involucrada con el problema, en cambio el chancho estaba comprometido con el problema, porque iba a dar la vida por ese niño.
Es la gran diferencia entre comprometerse y solo involucrarse.
Felicidades! Excelentes historias!
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