Dice que una vez durante las vacaciones, en un hermoso parque, muy concurrido y repleto de niños jugando, Destacaba un vendedor vestido como payasito para llamar la atención y sosteniendo en su mano derecha globos multicolores, los tenía rojos, azules, de rayas y de todos tamaños. Cada vez que la clientela escaseaba, hábilmente soltaba un globo y éste se elevaba hasta perderse en el las nubes. Muy cerca del vendedor estaba un niño negro que emocionado contemplaba el hermoso espectáculo de los globos que se elevaban, y desaparecían en lo más alto de los cielos, pero el niño también reflexionaba y no resistiendo más, se acercó al vendedor y le preguntó: señor honorable payasito: ¿si tuvieras un globo de color negro como yo y lo soltaras, también se elevaría?, a lo que el vendedor le contestó: mira hijo, los globos se elevan por lo que llevan dentro, no por su color.
Moraleja:
Esta historia nos sirve para reflexionar sobre la discriminación y la autoestima porque para ser felices no depende de cuestiones externas y de apariencias físicas, si no depende de cómo nos sintamos por dentro y de cómo seamos por dentro lo que yo soy por dentro es lo que yo proyecto hacia fuera.
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