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sábado, 13 de agosto de 2022

Una Broma Del Maestro

Había en un pueblo de la India, un hombre de gran santidad. A los aldeanos les parecía una persona notable, pero a la vez muy extravagante. La verdad es que ese hombre les llamaba la atención al mismo tiempo que los confundía. El caso es que le pidieron que les predicase. El hombre, que siempre estaba en disponibilidad para los demás, no dudó en aceptar. El día señalado para la prédica, no obstante, tuvo la intuición de que la actitud de los asistentes no era sincera y de que debían recibir una lección.

Llegó el momento de la charla y todos los aldeanos se dispusieron a escuchar al hombre santo confiados en pasar un buen rato a su costa. El maestro se presentó ante ellos. Tras una breve pausa de silencio, preguntó:

–Amigos, ¿saben de qué voy a hablarles hoy? –No –contestaron. –En ese caso –dijo, –no voy a decirles nada. Son tan ignorantes que de nada podría hablarles que mereciera la pena. En tanto no sepan de qué voy a hablarles, no les dirigiré la palabra.

Los asistentes, desorientados, se fueron a sus casas. Se reunieron al día siguiente y decidieron reclamar nuevamente las palabras del santo. El hombre no dudó en acudir hasta ellos y les preguntó:

–¿Saben de qué voy a hablarles hoy? –Sí, lo sabemos –repusieron los aldeanos. –Siendo así –dijo el santo, – no tengo nada que decirles, porque ya lo saben. Que paséis una buena noche, amigos.

Los aldeanos se sintieron burlados y experimentaron mucha indignación. No se dieron por vencidos, desde luego, y convocaron de nuevo al hombre santo. El santo miró a los asistentes en silencio y calma. Después, preguntó:

–¿Saben, amigos, de qué voy a hablares hoy? –No queriendo dejarse atrapar de nuevo, los aldeanos ya habían convenido la respuesta: –Algunos lo sabemos y otros no. Y el hombre santo dijo: –En tal caso, que los que saben transmitan su conocimiento a los que no saben. Dicho esto, el hombre santo se marchó de nuevo al bosque.

Moraleja

Sin aspereza, pero con firmeza, el ser humano debe hacerse respetar a sí mismo primero para luego por respetar a los demás.

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